Los ascensores suelen ser el motivo del mayor número de problemas por los que atraviesa una comunidad de vecinos. Averías constantes, mal servicio o incluso accidentes pueden llevar a la comunidad o algún vecino en concreto a querer solicitar una indemnización a la empresa en concreto que instala o mantiene estas máquinas.
Antes que nada hay que tener en cuenta que es normal, debido a su continuo uso y al tiempo que tienen muchos de los ascensores, que se puedan estropear. En este sentido si la empresa en concreto actúa de forma rápida y soluciona el problema no se debería plantear una indemnización.
Perjuicios individuales o colectivos
Para casos más graves se podría acudir a los tribunales si a causa del mal funcionamiento del aparato se han causado sufrimientos y padecimientos de carácter psíquico o espiritual: ansiedad, pesadumbre, inquietud. Es lo que se conoce como daños morales. Podríamos imaginar aquí que la persona en cuestión haya pasado horas encerrada sin ayuda.
Si se producen lesiones leves o graves, producidas por una negligencia se podría pedir una indemnización en función de la gravedad y de los perjuicios que nos haya podido ocasionar. Igual que en el caso anterior se tendría que acudir a un juzgado y presentar las pruebas oportunas.
Para casos en los que la comunidad fuera la afectada resultaría más sencillo rescindir el contrato con dicha empresa que tratar de buscar una indemnización por un mal servicio ya que debería ser un claro perjuicio que hubiera afectado al conjunto de vecinos al mismo tiempo.